NOTA DE PRENSA
Valencia, 17
de junio de 2013
La serie ‘Intimistas’ de Alejandro
Casanova llega a Barna
El artista valenciano expone en Artevistas Gallery
El pintor valenciano Alejandro
Casanova recala en Barcelona con su proyecto ‘Intimistas’ que tan buena acogida
ha tenido tras su paso por Madrid y, más recientemente, en el espacio
Imprevisual de Valencia. Este jueves 20 de junio, a las 20.00 horas, el artista
mostrará sus trabajos en Artevistas Gallery, passatge del crédit, 4
(Barcelona). La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 23 de julio en
horario de lunes a domingo de 11.00 a 21.00 horas.
Alejandro Casanova es un artista que sabe
expresar perfectamente el sentir de su trabajo. “Mi obra es descarnada. Yo me
desnudo con la pintura. Lo que me preocupa es el nivel formal y plástico de mi
trabajo. En mis cuadros siempre estoy, de una manera u otra. Incorporo pequeños
símbolos como un perro, un bote de pastillas, un papel, un ordenador…”. “Las
modelos femeninas son muy cercanas, mi mujer o una amiga. Necesito cercanía y
proximidad. En esta serie no hay sexualidad pero sí hay complicidad”, señala.
Con ‘Intimistas’ Casanova recrea una
intimidad domestica en clave autobiográfica y de reflexión. En el texto del
catálogo Arístides Rosell (coordinador de Russafart) y Raimundo Díaz rubrican
un comentario crítico muy revelador en el que señalan que, “para Alejandro
Casanova el desnudo es el momento más revelador de la psicología humana. Ese
instante de intimidad que posterga el entorno social, con sus rutinas y
manierismos, profundiza en un mundo de relaciones hombre-objeto, donde
predomina un criterio puramente selectivo. Casanova reconstruye la escena despojándola
de todo detalle superfluo. Discrimina. Separa. Difumina. Una sensibilidad
sobrecogedora e introspectiva. El artista nos convida a respirar y sentir ese
tono sugestivo propio de los ambientes cerrados. Estos retratos son síntesis de
emociones. El día a día, puertas adentro. La contemplación frente al espejo, el
contacto de los pies desnudos con las baldosas, la mirada absorta frente a la
pantalla de un ordenador, el contacto con el agua de una bañera, el reposo en
un sofá, un perro solitario. Momentos que rivalizamos con nuestro yo, en que
nos enfrentamos a nuestros miedos, angustias y soledades, en que gozamos de una
casi absoluta libertad y nos despojamos de nuestras vestiduras”. “Casanova
refuerza esta intencionalidad con pinceladas y texturas propias del
expresionismo sin abandonar las formas y la expresividad del color y la línea,
sin subrayar los detalles. Sus composiciones reproducen los mismos modelos en
situaciones diferentes; sin embargo, esta reiteración no supone una limitación
expresiva. Tales recursos le permiten transitar entre dos discursos: el del más
puro retrato realista y el del retrato difuminado que reivindica lo sensible e
intimista del cuerpo humano, lo puramente emotivo”, añaden.