Archive for febrero 2012

ENTREVISTA Y VIDEO

miércoles, 22 de febrero de 2012 § 0

MISLATA TV me hizo una entrevista y un vídeo con motivo de la exposición ESPERANDO EL GRIS.  En el vídeo se puede ver muy bien el montaje de la sala.





EXPOSICIÓN INDIVIDUAL

miércoles, 1 de febrero de 2012 § 0




ESPERANDO EL GRIS

Entender nuestra situación vital. Llegar a difuminar el qué, el quién, el cómo y el dónde y seguir levantándonos todas las mañanas a escuchar como corre el agua de la ducha mientras se templa y a sentir el olor del café con leche calentándose en el microondas.

Enfrentarnos a espejos, lavados de dientes y la sensación de frio. Siempre el frio.

La primera referencia es nuestro cuerpo, nos vemos desnudos hasta cuando estamos vestidos, y a veces, sólo a veces somos conscientes de lo frágiles que somos. Descalzos nos arropamos con nuestra rutina como una manta que siempre deja los pies fríos, helados al contacto con la baldosa, creando espacios de luz y de complicidad en las miradas que se entrecruzan sobre el espeso olor a ceniza acumulada, lámparas con bombillas a punto de fundirse y parpadeos lánguidos.

Fuera de la carne brillante enrojecida por el agua tibia, fuera de las plantas de los pies ennegrecidas por el polvo, fuera esta el mundo, sigiloso, mordiente y tranquilo. Reposa sus uñas esperando a que volvamos a él, como cada mañana, sabiendo que de nuevo olvidaremos los cuerpos desnudos y empezaremos a ver prisas donde hay pasos, calles donde hay caminos y antenas en los tejados donde hay cielo.

Somos cuerpo que se entrelaza en sofás, que queda marcado por las costuras de los habitáculos en donde damos cabida a la soledad, a los espacios semi vacíos y a horas de posturas, calambres y polvo inerte.

Paisajes desérticos, y las rodillas flexionadas que, como dunas, envuelven instantes de luz en el mirar de un perro negro con su jadear sordo y agudo, expectante a gestos y a caricias que nunca llegan.

Quedaran las gargantas, que entre los restos de nicotina nos dirán que estamos vivos, que el gris es nuestro, que las sombras de las esquinas son las hermanas de las luces, y que el chasquear de las espaldas en los cambios de postura es el nacimiento de posibles sonrisas.
Enfrentarse a esta muestra requiere la valentía de mirar a la vida sin pestañear, dejarse llevar por el peso de los hombros y los cuellos entumecidos por la humedad de una ciudad capaz de llenarnos de sol y de gotas vengativas que se sienten hasta la columna.

Entre goteos y suelos, las figuras piensan, reposan en silencio las sensaciones metálicas que convierten la pintura en piel, el lienzo en una realidad más veraz que nuestra propia impostura y obligan a chocarse de frente con atmosferas plomizas y a la vez tan acogedoras como nuestras.

Bienvenidos/as

Iker Fidalgo Alday

Waiting for the grey to come
To  understand our existence.To reveal the why, how, who and where. To keep getting up every morning to hear the sound of  running water from the shower, finding it´s temperature to the smell of coffee heating up in the microwave.
Facing ourselves in the mirror, teeth cleaned, feeling cold, always cold. Our body first, naked until we dress. At times, and only at times are we conscious of how fragile we are. Bare-footed we wrap ourselves in routine like a blanket which leaves our toes out and cold, frozen against the floor tiles. Floor tiles that create spaces of light framing the complicity in the looks given over the thick smell of accumulated ash, lamps feebly flickering, about to blow.
 Far from skin brightly reddened by lukewarm water,  and feet blackened by dust, is the world outside. The world beyond, secretive, mordant and quiet. As every morning, it rests its fingernails awaiting our return, knowing that yet again we will forget about our naked bodies seeing only haste, instead of steps as distance to cover, steets instead of paths and antennas instead of sky.
We are bodies that weave into sofas, marked by the seams of our dwellings that give shelter to our lonliness. Spaces half empty, hours of postures, stiffness, inert dust.
Desert landscapes, knees bent like dunes, moments of lights cross the muffled panting face of a black dog gestures that are never given.
Our throats to the sound of nicotine leftovers tell us that the grey is ours, that the corner´s shadows are the light´s sisters, and that the clicking backs of changing postures is the birth of possible smiles.
To face up to this requires courage to look at life without blinking , let oneself be overcome by the weight of shoulders and neck that are numbed by a city able to fill us with sun and vengeful beeds of sweat felt to the backbone.
Between the sound of dripping, figures think, resting in silence, metallic sensations turn paint into skin. The canvas in a reality more reliable than our own imposture forces one to collide head on with a lead filled atmosphere that is as welcoming as our own.


Welcome