12:20. Pinto en el estudio. Llaman a la puerta. Miro cuidadosamente por la mirilla. NADIE. Vuelven a tocar la puerta nuevamente. NADIE. Abro curioso y observo como una sombra fugaz y enana me grita.
- AAHHHAHHH JAJAJAJA- salta y manotea
- Hola Sr. Casanova – saludo, intentando ocultar mi sobresalto- Pase dentro. ¿Que le parece el nuevo cuadro?
- Me gusta… sí, me gusta – a pesar de que apenas si lo ha mirado
- Me alegro Sr. Casanova.
- ¿Puedo usar tu ordenador?
- Por supuesto! Pero no me quite el podcast de “Sexta dimensión”.
Y allí se queda, silencioso y tecleando. Quietud solo rota para ponerse detrás de mi e inclinar la cabeza en gesto de asombro o incertidumbre. Y así cada día, uno tras otro…